Pablo Busin, quien además de piloto es licenciado en administración de empresas, correrá a bordo de una Honda CRF 450 X, sin apoyo oficial. Llega bien preparado, tras consagrarse subcampeón del Campeonato Argentino de Cross Country, que sirvió como antesala para el Dakar. Perdió el título tras pelear hasta el final con Javier Pizzolito, que también competirá en el célebre rally, pero bajo el equipo de la filial argentina de la marca japonesa. La máquina para el Dakar está equipada con un kit específico para off-road. Tiene cubiertas especiales con mouse para evitar pinchaduras, llantas de mayor resistencia, un tanque de combustible de 32 litros (para más autonomía), cubre cárter de aluminio, entre otras mejoras. A esto se suman los elementos de seguridad que exige la prueba, como el Iritrak (para navegación satelital) y el Sentinel (un sistema de comunicación y advertencia en ruta), más el botiquín de primeros auxilios, espejo, brújula, bengalas de día y un sinfín de herramientas y pequeños objetos que pueden hacer una gran diferencia cuando un piloto se pierde o se queda varado, solitario, en la inmensidad del terreno.Sobre el recorrido y las etapas, el piloto cree que habrá que respetar el "combo" La Rioja-Fiambalá y Fiambalá-Copiapó, que incluye el paso a Chile por San Francisco, muy cerca de los 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar. "De todas maneras tomé recaudos. Corrí hace pocos meses el Baja Atacama. Hicimos 800 kilómetros en el desierto y logramos el cuarto puesto. Eso me permite respetar ese imponente desierto y saber cómo se comporta la moto en esas condiciones", se entusiasmó Busin, quien tendrá el número 81.
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