EL PUELCHE, LA HISTORIA DEL AUTO PLATENSE

Como ya es una costumbre de SDM, no solo informamos sobre la actualidad del deporte motor si no que también hacemos mención a algunos recuerdos, hoy es el turno del Puelche, aquel simpatico Buggy está cumpliendo 39 años.

Transcurria el año 1967 y Juan Arturo Garbarini con 31 años de edad, pensó por vez primera en su vida que sería lindo tener un autito como esos que había visto en un Road & Track y armarlo uno mismo. Lo que había visto era un Meyer-Manx marca muy popular en los Estados Unidos. Durante 1968 y 1969, Garbarini oriundo de la ciudad de La Plata estudió la posibilidad de concretar su sueño pero a nivel de pequeña serie para ocupar un mercado aún inexplorado. Tomó contacto primero con Ruben Narvarte que ya había trabajado en autos especiales con Fisanotti y se construyó el primer "proyecto de buggy” en chapa. El diseño de la carrocería fue obra de Luis M. G. Varela, nombre bastamente conocido en el ambiente de las carrocerías y autos especiales. El 15 de septiembre de 1970 ya el banco-molde para hacer el chasis estuvo listo; en octubre el primer chasis salió del taller de Ringuelet y en enero del 71 el primer auto completo estuvo rondando.

El Puelche estaba diseñado de tal manera para que pueda recibir todos los órganos mecánicos de la línea Renault. En lo que respecta a motores, se equipaba con las plantas del 4S, R6 o R12. Tanto la caja de velocidades como el embrague, escape, suspensiones, etc., eran todos elementos Renault. Garbarini Vehículos Especiales ubicada en la calle 551 esquina 12 de la localidad platense de Ringuelet, rápidamente vendió cerca de 40 unidades y se seguía trabajando en la infinidad de pedidos (se fabricaron cerca de 1500 unidades).Había dos modelos a) Kit básico ($ 350.000) que incluia chasis, carrocería, defensas, barra protectora, butacas tapizadas, parabrisas, tanque de nafta y volante, y b) kit completo ($ 950.000) que representa el auto listo para andar por la calle y equipado con motor 0 Km, llantas especiales y cubiertas. Además existía la posibilidad de tener la potenciación de la mecánica realizada por Osvaldo Antelo (tapa, leva, cigüeñal, engranajes rectos de distribución, carburación etc.)

El Puelche se adquiría 50 por ciento al encargar el auto y lo restante al retirarlo. En materia de colores, el cliente siempre tenía razón y la gente de Puelche se lo entregaba del color que el comprador lo solicitaba.