A 36 AÑOS DE AQUELLA VICTORIA QUE NO PUDO SER

El sueño y la realidad pueden ser iguales.Lo consiguieron el domingo 13 de Enero del año 1974 cuándo la F1 se presentaba en la Argentina, Reutemann pica en punta sin atenuantes, con el correr de las vueltas la diferencia era un escándalo.Así como pocas veces se va ganando una carrera, sin que nadie pueda dudar del triunfo final que era lo que toda la Argentina quería.

Hasta que a las seis y cinco de la tarde, se terminó todo; el sueño siguió quedando allí, en ese rincón donde siempre lo guardamos.

Al Lole, la parte superior de la toma dinámica de su Brabham blanco se le soltó en la vuelta 39, faltaban 14 para el final, más de una cuarta parte de la prueba.

En esos casi 84 kilómetros que tuvo por delante, el motor siguió funcionando a pleno. Al soltarse esa parte de la toma, la entrada de fluido se redujo y comenzó a funcionar como cebador.A 10.000 vueltas el motor necesitaba qué quemar, y al reducirse el aire consumió mayor cantidad de nafta.

Reutemann veía la sombra de la flameante toma en el pavimento, pero no podía imaginar el exceso de consumo En el box también estaban al tanto del problema y no imaginaban el drama que se avecinaba ya que la ventaja máxima acumulada por el santafecino sobre Hulme fue de 29 segundos y la detención hubiera llevado más de eso por la prolongada zona de desaceleración de los boxes, el nerviosismo y la improvisación sobre problemas que normalmente nunca se presentan en carrera.

Pero cuándo transcurría la última vuelta a tan solo 500 metros de la gloria y ganar ante un autódromo de Bs As colmado, el Brabham BT 44 dijo basta!

El Lole, casco en mano volvio a los boxes rodeado de fanaticos, como los que se encontraban en las tribunas de un inmutante y silencioso autódromo que solo queria ver llegar primero al banderazo a cuadros monoplazas N° 7.

De esta manera el sueño que todos los argentinos pensabamos que se hacia realidad, se esfumo y volvió a quedar en un sueño nada mas.