
En esta ocasión Nápoles estuvo de suerte. Los encargados de conducir los coches fueron Mark Webber, que se subió a su RB5, y Sebastian Buemi, piloto de Toro Rosso que se subió a un coche Red Bull de la Nascar. Ambos pilotos llegaron a alcanzar los 256 kilómetros por hora por las calles de la ciudad. Al espectáculo también asistió Chris Pfeiffer, que realizó un seguido de acrobacias montado en su moto que impresionaron al público y que sirvieron como introducción al espectáculo.
Una de las paradas más destacadas del Running Showcar para este año es Canadá, país que cayó del calendario en la pasada temporada pero que regreserá este año. Red Bull volverá a Montreal el 13 de junio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario