La atención general estaba centrada en el nueve veces Campeón del Mundo, que se puso al volante del Ferrari 430 del Team Kessel en el inicio y tomó después otro relevo en la sexta hora. El astro italiano compartió vehículo con Alessio Salucci y Andrea Ceccato. Rossi y sus compañeros no tuvieron la suerte de cara, ya que un problema mecánico y un conato de incendio durante el tramo final de la prueba les impidieron optar a la victoria. Finalmente se clasificaron en la tercera plaza, por detrás del Corvette de Emanuele Pirro, Carlo Graziani y Elio Marchetti, y del Ferrari 430 de Forgione, Carugati y La Mazza.
"Hemos tenido un infortunio al final y por eso quiero volver a intentarlo” declaró Rossi. “Si el próximo año hay ocasión de volver, lo haré encantado, sobre todo porque cuando estás delante a sólo 40 minutos para el final te queda un regusto un poco amargo”.
Emanuele Pirro, vencedor de la categoría GT3, elogió la actuación del motociclista: "Valentino es un ejemplo para todos, porque es un campeón y tiene la humildad de correr también en otras disciplinas diferentes, pero sin lamentarse y esforzándose mucho”.
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